miércoles, abril 12, 2006

EN MI LECHO

El día pasa y el tiempo se vuelve implacable, la idea de estar tan unidos y tan lejos siempre asusta, dadme una razón para acercarme y estaré nuevamente escondido entre tus brazos...
Ven quédate en mi cama y soñemos el amanecer, dame tus cabellos de manera explosiva y de alucinantes desviaciones.
Enciérrame en tus pechos y hazme sentir tu corazón.
No mujer, el amor es algo demasiado poco racional.
Esto no debía ser planeado y nadie supo medir que pasaría después. Las caricias tienen consecuencias insospechables...
Añoro tu mirada cautivante y tu sonrisa, tus labios...
Mujer, me has dado motivaciones, creí todo perdido y llegaste...
Hoy me anuncio feliz, sin fantasmas... ellos se esfumaron y con tu luz, iluminaste hasta los más oscuros lugares de mí ser...
Las noches parecían eternas, pero entraste de manera insospechada...
Sé que todo parece siempre difícil, pero sé que nada es tan terrible como se cree...
Hoy me has dado un respiro...
Gracias por ello...

lunes, abril 10, 2006

PERDIDO


Todo estaba perdido, el posibilismo de las cosas se encontraba totalmente acabado para la retórica costumbrista de mi ser, el pasado... terrible desencanto de horribles consecuencias estallaba ante mí como gritándome en la cara la necesidad burda de la no creatividad...
El augurio de la noche terrible se encontraba expresado en su pupila, ella con una altiva imagen ensordecedora y apabullante me deletreaba la peligrosidad de seguir en ese sentido...
Nada era real, el abandono de mi mismo me llevaba a sentir de a poco lo nefasto del mundo...
Debería matarte y así de a poco encontrar mi propia vida...
Decidí la necesidad de no tenerte, tomé todo en mis manos... y me di un minuto de gran presencia... por un momento husmee el aire recordando al glorioso Grenouille que entre obsesiones de grandeza y su terriblemente ira rencorosa descubrió lo más grande de su ser.
El tiempo ha pasado y he aprendido a juntar diversas cicatrices sobre mi...
Todo está ahí, marcado en la piel, dejando profundas llagas que se escocen con mis lágrimas.
Mis ojos miran el cielo y contemplan la magnificencia de la imagen del nada, del silencio, del periodo de no creatividad, aquel que me convertía en ser sin sentido... el que me convierte en ser sin sentido...
Y acá estoy, sin nada, simplemente estando, sonriendo y a veces entre miradas y grandes signos de alegría, muestro ese vacío eterno en el que me encuentro...
No hay nada aquí.