miércoles, noviembre 21, 2007

SENTADA EN LA VENTANA

Abdique a tu imagen, las mejores palabras se dijeron en un silencio que corrompe parte importante de nuestra vida, tu silencio eterno, escondido en la fetichista necesidad de ostracismo.
Sucumbí ante la negativa constante de tu indiferencia. Supongo que no fue tan terrible, el tiempo paso y divas han rodeado mi jardín.
La problemática no pasa por el poder obnubilador de tus besos, ni por el terrible brillo de madera tierna de tus cabellos. El problema es tu imagen...
Caminaré por cientos de caminos y tengo terror de encontrarte, de nublarme con tu sombra y no saber que hacer.
Me rodearé de ninfas hermosas que llenen mi boca de besos y mi almohada de suspiros, saldré a buscar sabores en sus labios, y tarde o temprano sentiré no encontrar ese sabor buscado, aquel que marco mis sueños.
Me acercaré cada día para encontrarte, soñaré placeres oscuros y emborracharé mis sentidos con tu belleza, te buscare mil veces...
Y cuando todo parezca perdido, lameré de las ninfas tu imagen y semejanza, para recordar esos tiempos idos...
Miraré hacia el norte, viéndote marchar hacia un altar extraño.
Te encontraré sentada en la ventana... y no me detendré, caminaré solo... como siempre, pensando en aquello que fue, que pudo ser y que nunca tuve...
Solo.