jueves, mayo 21, 2009

MUJER FANTASMA


La mujer fantasma se colgo sobre mi cama, ella excedida de sus quimeras que arrastraba de tiempos pretéritos olvido amar...
Esta dama blanca estaba tallada de miedos y sencillas dudas de amor... su boca mínima era exquisitamente besable...
- Se salvo, ella se salvó, se pierde, se destruye - me gritaba el maestro Benedetti desde las hojas de un libro abierto.
La luz de la habitación tallaba su cuerpo entre mis sábanas, besos tiernos, suaves caricias matutinas.
El tiempo se detenía con su presencia...
La mujer fantasma era hermosa amante, terrible compañera y suicida amorosa.
Musa inspiradora de canciones de Sabina...
Tenía una triste costumbre a la soledad y en su piel de luz, las cadenas cobardes atrapaban su vuelo.
Dicen que una vez la amaron, y las palabras cuentan que ella alguna vez lo sintió.
Pero el riesgo era demasiado, ella y su séquito de fantasmas tuvieron terror de mirar la primavera.
Salto por mi ventana, rodeada de sus fantasmas y me dejó el suave olor de su piel y una casa contagiada de miedos... de mis eternos miedos.