domingo, septiembre 17, 2006

AQUELLAS TERRIBLES HOJAS


El mundo está lleno de hojas finitas, pequeñas, algunas grandotas y regordetas que se niegan a caer de sus árboles, otras caen y son eternas enamoradas del profeso amor de las parejas de duración invernal, otras misóginas que huyen de los pies de las damas y sólo se dejan pisar por el zapato amable de un hombre taciturno, esas hojas son las más crueles, te seducen... esas son mis hojas, ellas me guían a través de la noche alfombrada de colores amarillos, marrones y rojos, mientras avanzo ellas me cautivan con sus olores de recuerdos, a veces me llevan a memorias felices donde mi boca dibuja una sonrisa cariñosa que me deja soñar que nada a cambiado, que las cosas están ahí, eternas, para vivir y nada más.
Otras veces me engañan, mis traicioneras hojitas, y me sacuden a un mundo de irrealidades, donde nada es lo que parece y al caminar sobre ellas y esperar ese genial concierto de sus mártires gritos de muerte, gritos que parecer detener el mundo en burbujas de incongruencia. Pero a veces ese sonido no es tal y las hojas secas yacen asesinadas por un agua triste que no les deja cumplir su rol, entonces mis hojitas taciturnas expelen odios y penas, lloran a solas, sin que nadie pueda oírlas, las penas sobrevuelan como un nauseabundo aire del cual no logramos percatarnos, hasta que ya es demasiado tarde, entonces, las penas, los fantasmas, esa gente que sólo causa odio y muerte reaparecen, pesan en mis párpados como juicios y caigo fatigado por su soporífero odio. Tan cansado que no deseo levantarme.... El tiempo pasa y me convierto en una hojita traicionera.