Apretujado contra tu pecho, las necedades oscuras de mi alma satisfecha, esa sensación radical de seguridad extrema...
Tu calor irradiado del corazón...
Tus sonidos terribles que socavan mis penas...
El día termina entre tus pechos...
Acurrucado me determino a desaparecer, exhausto de las costumbres cotidianas
Un poco deprimido-atraído de la situación pretérita que recorren siempre mi cabeza
Siento mis manos empuñadas contra mis dedos, y los matices de ideas se transforman en comodidad y calor extremo...
Sobrevivido esta noche me encuentro, el día ha terminado y la calidez de tu cuerpo me hace recrearme en un pequeño bebé...
Nada está perdido, hoy parece que todo volverá a empezar, las náuseas son culpa de los sabores que regurgito, parecen nada más que un mal recuerdo...
Hoy entre tus pechos, acurrucado...
Vuelvo a creer en el futuro.