domingo, octubre 22, 2006

CUERPO

El cielo cerrado en negras y pletóricas nubes avanza.
Las azucenas caen en llantos de desesperación y la marchita saliva de tus besos cae sobre el pasto.
En blasfemos suspiros llueven las necedades de tu negación...
El eterno resplandor de tus cabellos caen en un símil de dejación sobre la cama
De tus caderas rimbombantes sales versos de lujuria y mariposas.
No, todo a caído en la necesidad de tus ojos, y eso se vuelve deseablemente melancólico, aquella necesidad de la eterna tristeza...
El día se convierte en noche y los repiques lejanos demuestran que la tormenta se avecina...
Naces cada día en un suspiro y mueres en las tardes al vuelo de devotas golondrinas...
El mundo no gira a tus pies, son simplemente mis ojos...
Y en sueños de escafandras duermo acurrucado en la cicatriz de tu vientre.

jueves, octubre 19, 2006

DIVAGACIONES

Santiago es horriblemente áspero para la gente que camina, vas por calles que parecen no llevarte a ningún lugar.
Prendí la pipa y comencé a divagar en su humo arborescente. El sonido inhumano de la calle era como una especie de sinfonía automatizante en mis oídos.
Al pasar por el Forestal, tomé la decisión de rodear árboles... durante horas los vi como se disponían a acompañarme en mis asuntos.
Paré, tomé algo de aire y volví al centro, crucé la Plaza de Armas y tomé mi ubicación en el trabajo.
Ya sin pipa me pinté la cara y comencé a vender sonrisas.