viernes, octubre 14, 2005

DOLOR!!!

Esa extraña sensación, debe ser lo más parecido al terror del infierno...
Sentir que las entrañas, tus entrañas, ya no te soportan y tratan, de alguna nauseabunda forma escapar, explayándose en forma violenta a través de la boca y las narices...
Ese olor amargo y ácido, esa sensación de vejación... todo por aquellos pecados del pasado... (remoto o próximo, da igual)
Ese dolor que arremete a tu garganta y la extraña sensación de sentirse completamente desamparado, sin poder hacer nada ante un hecho tan innegable...
Esas lagrimas culposas de cual pecador que exime sus pecados, para volver a un estado de auto abandono cotidiano, escuchar algo de música y acurrucarse en la cama y transformarse en una pelotita humana, llorar y desear que alguien te saque de ese fondo tan lamentable... Pensar en la necesidad de tranquilizarte, sentir el corazón que se acelera como si recién hubiéramos corrido la gran maratón, la cabeza que al igual que tus entrañas trata de escapar y de irse por tus ojos...
Cuando todo sonido se vuelve algo profundamente traumatizante, en esa instancia de que todo y todos te molestan, esas ganas de escupir sangre y sentirte que has logrado algo con todo lo pasado...
Sentir, la cuestión es siempre sentir...
Aunque a veces fuera algo tan poco aconsejable como abandonar esta intrínseca verdad de ser humanos.
Sentir un metal frío e intransigente que traspasa la carne, un vaivén del metal dentro de la viscosidad de las entrañas, ese agudo dolor que nos recuerda vivos (o no tanto). Sentir el calor de la sangre en la piel, y ver como lentamente coagula en una extraña forma de detener todo y dejar una especie de señal de lo que ha pasado...
El viento se vuelve algo insoportablemente necesario, el ardor, ese exquisito ardor, de sentirse vivo...
Las voces se apagan y la luz se hace oscura, el día se oscurece y mi alma con él...
Todo parece acabar al fin... nada puede ser peor, o eso creo, de pronto siento esa infatigable puntada que recorre mi espalda, mis muslos y mis piernas, un estrepitoso calambre me hace caer de la cama y azotar mi cabeza contra el suelo...
Todo está perdido, la noche es más oscura ahora y nada parece tener solución...
No hay nada aquí...
El telón se baja, el infierno ya llegó.... y otra vez me encuentro contenido en él.
En mi propio Infierno....
Bendito seas...
Amén.

2 comentarios:

Viddeara dijo...

El expulsar cosas que de pronto hasta son necesarias dentro tuyo es un cuadro que al parecer el autor no quiso retratar. Por lo menos no dentro de sus 5 sentidos.
Peor es hacerlo en frente de otros, quienes ríen danzando frente a ti como si la fogata también expulsara garabatos que causan el ánimo del feedback.
Un beso desde el otro lado.

Anónimo dijo...

dolor.. es horrible sentir cuando se desgarra nuestro corazòn..
ver como se desangra sin que nada pueda deterlo..
y màs aùn..cuando no nos gusta que nos miren.. por que no nos gusta ser espectàculo de nadie.. y es tanto lo que nos duele que ya no podemos controlar hacerlo frente a los demàs.