martes, octubre 11, 2005

SOBRE PECADOS CAPITALES


Yo me amé tanto, me di cuenta entonces de que soy Dios.
Desee placeres y posesiones... así destruí el noveno y el décimo.
Tuve tantos lujuriosos pensamientos, viví fiestas en desorden y con devoción... así destruí el sexto.
Odie, odio y odiaré con tanto deseo como con el que amé.
Devoré manjares y cuerpos... Bebí hasta perder la razón.
Envidié felicidades, mujeres, actos de amor e hijos...
Seré culpable de mi ocio.
Aprendí a amar pensamientos más por sobre las mundanas divinidades.
Adiós con tu nombre...

Dormiré más de la cuenta en esos eternos feriados y reiré por los devotos.
Honraré ideas y sueños, por sobre personas.
Mataré por vivir, mataré por odio e incluso por amor.
He cometido tanto acto impuro, que sólo sabré cometer más.
Metí tantas veces, juré tantas veces en falso.
Desee por sobre todas las cosas actos impuros con tantas...
Codicié felicidades...
¿Y ahora... si me arrepiento Dios mío... tendré salvación?
Si es así... si es de los arrepentidos el reino de los cielos...
Prefiero seguir acá en los fuegos del averno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ufffff que pecadorrrr conciente de tanta atroz maldad, regida por tus sueños y libertad...un abrazo

Nicole Grandjean dijo...

Me volaste la cabeza con eso. Mis sesos están estanpados en la pared, a mi espalda.

Mis felicitaciones,
admiraciones
y restos de masa encefálica
con cariño, para tí.