jueves, diciembre 22, 2005

HIPOCAMBUS

Estaba ahí en la parada, la mañana hacía que las cosas parecieran ser un poco menos clara y el humo del cigarro me calentaba poco a poco la punta de la nariz...
Todo en su onírico sentido mañanero...
Decidí cambiarle sentido a la mañana, aspiré profundamente el humo y me dejé drogar por la insconpicua realidad...
Se volvió todo alucinógeno... el día se confundía y la noche parecía más probablemente necesaria...
La boca se me secaba y los codos me picaban de una manera extraña!!!
Basta... creo que necesito un poco de recato...
Mmm no... dejaré que las palabras se deslicen por mis dedos... total, siempre hay algo de por que arrepentirse no?
La parada del bus parecía estática y la señora que estaba a mi lado mirando con cara de espanto se desfiguró en una gorda foca que jugaba con pelotitas de colores, volaban y volaban las pelotitas, cada cosa estaba terriblemente y alucinantemente tergiversada...
Todo cambiaba de forma repentina y esa parada, con su estatus quo característico se mantenía en reposo... nada presagiaba un cambio... entonces todo se sumergió... desde un rincón extraño comenzó a caer el agua por gorgotones... inundaban terriblemente el lugar, las calles, la noches y lo que parecía ser seco se absorbía en una extraña realidad húmeda...
Nada estaba igual, ahorita estaba yo parado en medio de lo que parecía ser un mundo submarino, el cielo se había convertido en una lejana superficie y la gente ya no era gente, eran una especie de híbrido entre seres, alguna vez humanos y peces de distinto tipo...
La mujer-foca me hablaba de una manera gutural explicándome que el bus venía...
No sabía que hacer, correr-nadar o pensar en que ese cigarrillo era terriblemente ilegal...
Giré sobre mi mismo y ví venir el bus... que no era tal, era una especie de ciudad ambulante montada en la espalda de un caballito de Mar!!!
Nada era como antes todo era apasionantemente diferente, decidí levantar mi dedo, ayudar a la gorda foca a subir al HipocamBus y acomodarme en una de sus escamas asiento...
Todo era extraño... y me agradaba enormemente...
Lo único molesto es que me picaban los codos... pero al final era un simple detalle...

1 comentario:

Nicole Grandjean dijo...

Mientras escribo esto, tengo los dedos verdes y un poco azules, cosa que me parece apasionantemente adecuada porque otra vez me alucinaste.
No hay nada mejor que manos ajenas en cabeza propia moviendo dibujos, creando imágenes y jugando con sonidos!