YO TUVE UN HERMANO

Esa imagen terrible, esa que el tiempo no puede acabar, ni las balas, ni las garras terribles de la mentira.
Tus negros ojos, evitaron la muerte, corriste gritando contra las más bajas cobardías de nuestros días...
Utópico te acusaron, terrorista te dijeron...
Pero fue tu temple, tu constancia, ese valor que sobrellevó a todos los problemas que se pusieron frente a ti.
Lograste lo que nadie... vivir más allá de esta vida, convertirte en grito, ser parte del pueblo...
Seremos así, a tu imagen y semejanza, correremos con ese fusil de tu memoria y con las balas de la libertad a buscar tan solo eso que pedimos, vivir, con justicia, con solidaridad, con la intrínseca necesidad de protegernos como hermanos.
Tú lo dijiste, somos un gran pueblo al sur del Río Bravo.
Somos una nación sometida, terriblemente violentada, hemos sido abusados y robados...
Ya vendrán esos tiempos que soñaste.
Será el momento en que tomaremos ese futuro, nuestro futuro con nuestras manos y forjaremos la dicha.
Nos enseñaste la forma, nos diste el tiempo y te convertiste así, desde lejos, desde siempre y para siempre en una hermosa estrella guía.
Algún día lo lograremos, seremos a tu imagen y semejanza.

Yo tuve un hermano, no nos vimos nunca, pero no importaba
Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía
Lo quise a mi modo, le tomé su voz libre como el agua,
Caminé de a ratos cerca de su sombra...
No nos vimos nunca, pero no importaba
Mi hermano despierto mientras yo dormía
Mi hermano mostrando detrás de la noche, su estrella elegida.
(Julio Cortázar)