lunes, diciembre 12, 2005

MUJER SOL


La vida parece dar vueltas que no se entienden y a veces, en formas tal vez demasiado efímeras.
Aquello que parecía genial, sentir tu boca tan cerca de la mía y hablándome en forma tan desnuda.
Lo siento niña mía, mi acidez corrompe hasta lo más limpio del cielo.
Las cosas eran ya extrañas, muchas vistas demasiados testigos, fantasmas que recorrían los rincones.
Extrañamente mi temple no vaciló... aunque dudamos a ratos...
¿Crees en las cosas predestinadas? Yo no, pero a veces el azar me hace dudar en destino.
Volví a los fantasmas, pero esta vez de amigable manera, ellos me rodearon y me despertaron con una sencilla sonrisa.
Millones de imágenes sobrevolaron mi mente, recordé, me dolió y supuse llorar. Pero no, las cosas eran diferentes. Eran simplemente cálidas.
El mundo se iluminaba con la sonrisa de mis antiguas divinidades.
Me olvidé de que habías aparecido y escapado de mi vida en forma efímera, así como tus besos.
Miré el cielo y encontré mis divinidades enterradas sonriéndome desde lo profundo de sus tumbas.
No sé si fue comodidad o alegría real ante la calidez demostrada.
El sol me cubría y me envolvía en sus acogedores brazos, volví a mirar y el sol no se hallaba encerrado en el calabozo celeste. Estaba acá delante mío, acongojado por el frío y simplemente irradiándome con su sonrisa.
Los fantasmas se escondieron en las sombras de los árboles lejanos y me quedó un presente extraño pero acogedoramente cálido.Me quedó la marca de la mujer sol en una extraña sonrisa mañanera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vamos niño que pasa! te leo y descubro nostalgía del pasado, como es eso?, hay cosas que simplemente se intentan olvidar, aunque nos cueste la vida, que no creo que sea tu caso. espero q no lo sea.!