martes, diciembre 27, 2005

ÁRBOLES

Aquellos seres sabios, eternos, protectores, que dan sombra a los caminantes, se convierten en juegos para los niños y son lecho para los amantes fortuitos.
Con el paso del tiempo mudan de ropaje, verano, primavera, invierno, otoño... siempre hay algo distinto...
Amo caminar en un bosque durante los días de otoño, esos tonos amarillos cafés, tan acogedores, tan melancólicos...
Caminar sobre las hojas secas en otoño es como caminar por sobre nuestros recuerdos.
Los árboles son eternos, la vida y el tiempo pasan, pero ellos están ahí.
Encierran tantas incógnitas, son tan sabios...
La magia de un árbol es su juego de ser y no ser, de estar y no estar.
Nadie ve un árbol hasta que lo necesitamos y él simple y complejamente está ahí.
Siempre soñé con árboles, cuenta mi madre que su forma de hacerme dormir era llevándome a una plaza y dejarme ver las hojas moverse con el viento.
Siempre quise ser un árbol, poder ser sabio y melancólico. Poder ayudar. Estar por siempre... estar y no estar. Ser o no ser...
Perdurar.

3 comentarios:

Menta dijo...

Aromo y Acacias,Sauses y Pinos Insignes,mantos que acarician,lugar de ensoñasiones.
Un beso.

Anónimo dijo...

Excelente tu blog, me encantó el juego de palabras del título, además de tu manera de escribir, muy especial.
BEIJÃO

Anónimo dijo...

Yo tuve árbol favorito, y el día que lo cortaron lloré, pero lo bonito es que más recuerdo los momentos felices que pasé en ese árbol, que protegía y engrandecía mis fantasías de niña, y aun ahora siguen brotando, miles de hojas verdes pegadas a cientos de ramas de mi árbol como besos para ti