Ayer corría, velozmente, en busca de no se que, en dirección a no se donde, corría con mi propio desprecio y hurgando entre fantasmas de mi memoria, de pronto te vi... sentí tu silueta que cortaba mi memoria, rápidamente tomé estado de alerta, me sentí amenazado, esperaba esa eterna estocada de la indiferencia... me viste, te vi... nos acercamos... y simplemente sonreíste... ¿cómo andas?... fue graciosamente suave y hermosamente simple... nos despedimos y avance, me sentí solo, pero sentí que podría sonreír y así quedó todo en una eterna sonrisa...
jueves, diciembre 22, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
..me tranquiliza leerte hoy, por lo menos aun recuerdas lo q es sonreir....
Publicar un comentario