LUZ

Las noches pasaban impávidas y la intolerancia se hacía una constante, el amanecer terrible y lejano no indicaba ninguna mejora circunstancial.
El tiempo estaba escatimado y el paso de la noche al amanecer parecía eterno.
En la noche deambulaban todo tipo de seres, fantasmas, personas e incluso algunos gentiles hombres.
El amanecer apareció terrible y todo el mundo huía despavorido.
Yo no sabía que hacer, pensé en huir a algún rincón oscuro, para no ser alcanzados por tan terrible luz...
Creí que lo mejor sería huir tan lejos como pudiese...
Los rayos aparecieron en forma magnánima y no pude huir, con sus rayos abarcaba todo, el cielo oscuro comenzaba a tomar ese extraño color celeste eterno...
Las sombras se escondían bajo las raíces de los árboles y yo me quedaba anonadado ante la magnificencia de todo lo que se cernía sobre mí.
Soñar, ver, oler, sentir...
Si sentirse vivo...
El mundo estallaba ante mis ojos de una manera implacable, el sonido llegó a mis ojos y el todo se desenvolvía ante mí.
Miré el cielo, vi la fuente de luz y contemplé.
Era tu rostro, tu rostro el que me iluminaba, eras tú.
Tus ojos me miraban y me sentí cobijado ante el más celestial de los estremecimientos.
Me abrazaste y me sentí uno...
Simple Feliz
Rodeado por tu luz.